Cada vez que abrimos un periódico, conectamos la radio o la tv, abrimos
nuestro twitter o Facebook o en definitiva queremos enterarnos de lo que pasa
en nuestro país, autonomía, provincia o localidad nos encontramos con grandes titulares
y noticias cuyos protagonistas siempre suelen ser los dos grandes partidos de
este país; y mira por dónde en la mayoría de las veces siempre suele ser por
algo que favorece lo justo a los ciudadanos de a pie. Son partidos que generan
noticias interesantes y por eso tienen el acceso a los medios garantizado, todo
aquel que sea honrado pues, como dice alguien del PP en Jaén, no genera
noticias.
A ver si me explico, los partidos sin representación en las instituciones
autonómicas o nacionales no generan noticias, no venden periódicos o publicidad
en los medios audiovisuales, no tienen el derecho al acceso a medios públicos
pagados con dinero del contribuyente porque no son rentables. ¿Desde cuándo un
servicio público tiene que ser rentable? O cumple su objetivo de servicio
público o directamente es un negocio privado en manos de servidores públicos.
Todo esto me origina una pregunta ¿tienen los medios de comunicación parte
de la culpa de lo que está pasando en España? Pues yo diría que SI y con un SI
muy grande.
A nadie se le escapa que para que un proyecto sea valorado en su justa
medida y para que las personas lo conozcan y pueda opinar sobre el mismo es
necesaria una distribución y propagación del mismo a niveles superiores que el
boca a boca o incluso las redes sociales. Y aquí es donde entran los medios de
comunicación, casi todos controlados por grandes multinacionales y empresas que
a su vez controlan a los partidos políticos gracias a años de servilismo de los
mismos. Hay pocos medios realmente independientes, y los que hay son de tirada
escasa y pocos recursos, porque ya se encargan los grandes de que no lleguen
muy lejos. Los medios afines a los dos grandes partidos (y esos son todos los
que influyen en la opinión ciudadana) no aceptan ni permiten que las noticias
generadas por grupos no afines a ellos puedan llegar al ciudadano de forma
natural. Los programas y proyectos de gente y partidos no instaurados en
determinadas instituciones, honrados y sin influencia mediática no llegan nunca
al ciudadano porque a estos medios no les interesa, y ya no hablo sólo de los
grandes grupos audiovisuales y escritos, sino de periódicos locales y
provinciales así como tv y radios locales y autonómicas. Los periodistas y su jefes
más inmediatos, controlados desde el
poder mediático de los grandes partidos, no ejercen su función de periodismo
independiente y honrado y no porque no quieran, sino porque pueden perder su
trabajo si no escriben en la línea editorial que le dictan los pseudosucesores
del bipartidismo de Cánovas que quieren aplicar este como una nuevo apaño
fraudulento de la democracia y la libertad.
Yo le pido a estos periodistas y directores de medios de comunicación que empiecen
a reconocer su culpa, que se independicen del yugo de los intereses políticos,
que promuevan la verdadera igualdad y libertad y que sobre todo entiendan que
los partidos NO alineados al poder tenemos muchas y buenas propuestas y
proyectos que pueden ayudar a las personas y a la sociedad a salir de esta
crisis. Que está en manos de los medios de comunicación la solución a todo esta
descarada manipulación mediática a la que nos someten estos falsos generadores
de noticias, y que si todos estos medios que llegan al ciudadano e influyen en
su opinión quisieran que las noticias generadas por otros partidos,
verdaderamente fueran noticias (que ellos lo saben hacer muy bien) contribuirían
de forma determinante en la renovación democrática de un país que no merece los
gestores que tiene.