martes, 18 de enero de 2011

UNA IDEOLOGÍA DE CENTRO

Algunos piensan que somos un partido sin ideología, y creo sinceramente que están equivocados, ser de centro no significa no tener ideología, si no ser eclécticos, es decir, utilizar el eclecticismo como base de todas y cada una de nuestras acciones. 
Tener y elegir en cada momento lo más importante y necesario para hechos y situaciones específicas es lo que realmente nos dará la clave para el progreso social.
Como base ideológica tendemos al liberalismo económico, pero como decía Platón "el exceso de libertad conduce a la esclavitud" y aquí es donde nos han llevado los gobiernos neolibreales anteriores  y el actual que no ha sabido conjugar el estado del bienestar con los grupos pertenecientes al liberalismo económico, ya que estos no deben intervenir en el gobierno (Platón) y sí que han intervenido, como ejemplo más claro tenemos la burbuja inmobiliaria y los grandes casos de corrupción.
Nadie puede negar el derecho a la propiedad y nadie cuidará mejor de su propiedad que uno mismo, de ahí el valor que le demos a las cosas. "Todo tiene dos valores, el real y el que uno le quiera dar" (Aristóteles), a partir de aquí podemos construir toda una teoría sobre el liberalismo económico.
Pero que duda cabe que esta ideología, filosofía o modo de ver las cosas no puede ni debe evitar una política social que nos lleve al progreso de todos, estableciendo los cauces adecuados para que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades en un mercado de libre competencia y producción.
No podemos basar todas nuestras acciones en "laisser faire" porque crearíamos cismas en la sociedad civil que nos llevarían al caos, tanto económico como social y jurídico.
De la misma forma que debemos de impregnar todas estas corrientes políticas, económicas y sociales de unos valores que afiancen a la sociedad y promuevan unas actitudes acordes al desarrollo de la comunidad y del estado. 
Y aquí es donde estamos nosotros, en el trabajo de esos valores que le den al ciudadano los instrumentos necesarios para su desarrollo moral, afectivo y social. Poniendo a su disposición todo lo que las instituciones públicas tengan a su alcance para favorecer la participación en las decisiones reales de la política actual y sobre todo para gestionar la riqueza de todos para todos.
Ya no es cuestión de política es cuestión de gestión, de proyectos reales demandados por los ciudadanos, inversiones que devuelvan a la ciudad aquello que se le ha pedido y sobre todo devolver a la normalidad las acciones políticas.

2 comentarios:

  1. poco mas hay que decir ,me gusta ,pero la realidad como todos sabemos es otra ,espero que la cordura llegue a nuestro pais ,,,solo una cosa mas cual es la funcion que desempeñan ciertos trabajadores del estado en general por que parece ser que son como dioses

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  2. No se a que trabajadores te refieres, pero si son los políticos sólo los ciudadanos podemos cambiarlos, la fe y los dioses sólo son temas morales y ahí el individuo tiene su propia razón.

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